Los pacientes tratados con toxina botulínica tipo A notan una significativa mejora en los síntomas de la hiperhidrosis axilar.
Se ha constatado mediante estudios clínicos que el 95 % de los pacientes con un híper sudoración suficientemente severa como para interferir en sus actividades cotidianas, experimentaron los beneficios de la toxina botulínica tipo A justo una semana después, con una reducción media de sudor del 83 %.
A diferencia de los tratamientos tópicos, la toxina botulínica tipo A ataca la causa del sudor. Con una poca microinyección realizada por su médico, la toxina botulínica tipo A actúa sobre las glándulas responsables del híper sudoración axilar.
Una vez allí, bloquea la liberación de la sustancia química que provoca la transpiración. Este sencillo y seguro tratamiento se realiza en unos 10 minutos.
…Y sigue funcionando.
Después del primer tratamiento, los efectos de la toxina botulínica tipo A duran una media de 7,5 meses.