Las queratosis solares también llamadas queratosis actinicas son manchas rojizas, redondas u ovaladas, de 1 a 2 cm de diámetro, cubiertas por una capa queratósica («cascarita»), que se desprende con el rascado pero al cabo del tiempo vuelve a salir. Lo habitual es encontrar varias queratosis en el mismo paciente.
Las lesiones de queratosis solares afectan los sitios descubiertos (frente, mejillas, sienes, nariz, dorso de manos, escote, 1abios etc.).
Una queratosis actínica puede ser el primer paso para desarrollar un cáncer cutáneo, siendo por tanto un precursor de cáncer o precáncer.
La exposición solar es la causa de casi todas las queratosis solares. El daño solar en la piel se irá acumulando progresivamente a través del tiempo. De ahí que lo más importante en la prevención de esta patología es el realizar una fotoprotección adecuada. Así, debemos tener en cuenta que las radiaciones ultravioletas se reflejan en la arena, nieve, y otras superficies reflectoras. Aproximadamente el 80% pasa las nubes, no siendo una garantía el tomar el sol un día nublado.
Las personas mayores de 50 años, tienen más posibilidad de desarrollar estas queratosis ya que obviamente la exposición solar se acumula a través de los años, siendo ésta la razón por la cual es infrecuente en individuos jóvenes.
La gente con piel clara, rubia o pelirroja, ojos azules, verdes o grises, son las que presentan mayor riesgo de padecerlas, ya que su piel tiene menos pigmento que lo proteja, siendo pues, más susceptible a quemaduras solares.
La medicina dispone de tratamientos efectivos para erradicar éstas queratosis evitando así la transformación posterior en cáncer cutáneo. Así pues cuando note éstas «cascaritas» que
no desaparecen, consulte al dermatólogo. Y lo más importante PROTEJASE ADECUADA-MENTE DEL SOL